VIII GALA ANUAL DE LOS PREMIOS DE LA APDM.

 Un año más, y por todo lo alto, tuvo lugar la VIII Edición de los Premios de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid,  en el Beatriz Madrid Auditorio,  que pareció quedarse pequeño ante la afluencia de profesionales que allí se congregaron. 

La Ceremonia fue presentada por los periodistas Angie Rigueiro, Ramón Fuentes y Alex Silvestre que se estrenaban como maestros de ceremonias.

 Entre los presentes,  hay que destacar a S.A.R. la Infanta Doña Elena de Borbón; La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Isabel Díaz Ayuso y el Presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) Don José Manuel Rodríguez Uribes.

Con el trasfondo de un entrañable homenaje a la prensa de papel, digna superviviente en un mundo totalmente digitalizado, la Gala estuvo amenizada con la música del grupo  La Lola Connection. 

 Tras el discurso de bienvenida del Presidente de la Asociación,  José Damián,  en el que se rindió un emotivo recuerdo para los ya no nos acompañan (Pepe Domingo  Castaño y Eduardo Torrico, entre otros...) se dió paso  a los doce galardonados de la noche: La Película "Campeonex" de Javier Fesser; El Real Madrid de Baloncesto; El ex-árbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz; La RFEA; La Selección Española de Fútbol Femenino; El Doctor Juan José García Cota; LALIGA; El Ifema Madrid Horses Week; Vicente del Bosque: Dorna Sports; El realizador Víctor Santamaría; Antoine Griezmann y una mención especial  al Ayuntamiento de Arganda del Rey, por su elección como Ciudad Europea del Deporte 2024.

 Como recordó la Presidenta de la Comunidad de Madrid,  el periodismo, y en concreto, el deportivo, da la emoción a algo tan importante como el Deporte, y precisamente  entre los momentos más emotivos de la Ceremonia, cabría destacar, el sentido abrazo de Fernando Torres al Doctor Cota, precedido de un video, donde distintos futbolistas le mandaron un cariñoso recuerdo al mismo; Las palabras de agradecimiento de Mateu Lahoz, donde resaltó el lado humano de la figura del árbitro,  y la petición de Vicente del Bosque,  de erigir al "respeto" como bandera.

 Y para finalizar, como es habitual, un distendido y variado cóctel, sirvió de marco para que, los allí presentes,   pudieran saludarse y dialogar con carácter desenfadado y cordial.