Recuperando la tónica tradicional del Festival anterior a la pandemia, de ser escaparate de lo más esperado de nuestro cine español, se presentaba, en sede de Sección Oficial, "La Hija" del aclamado director Manuel Martín Cuenca. El realizador, volvía una vez más ( la última fue con "El Autor ") al Festival, con una inquietante y muy original propuesta cinematográfica, en torno a una pareja que por circunstancias varias, no puede tener hijos y una adolescente que por el contrario, si puede y de hecho va a ser madre. Entre estos dos universos se establece un nexo de conexión y un acuerdo por el que el vínculo se cierra. A partir de ese planteamiento, surge el drama y el thriller.
La historia emana de una idea del guionista Félix Vidal y de la posterior implicación del productor Fernando Bovaira, del guionista del film Alejandro Hernández y finalmente, del director, y también guionista Manuel Martín, que acabaría haciendo suya la historia, y dándole su peculiar impronta personal.
En la rueda de prensa ofrecida por el equipo, y que contó con la presencia, amén del citado Director- guionista, del trío protagonista, Javier Gutiérrez, Patricia López Arnaiz e Irene Virgüez, además del productor Fernando Bovaira y del autor de su Banda Sonora, Guille Galván de Vetusta Morla, se destacó la idea de tratar la Ambigüedad Moral que plantea la película, como eje de la historia, de cómo reparar una injusticia, sin cometer otra, de la metáfora de un comienzo primaveral, donde la esperanza se torna en protagonista, desde la mirada del Amor más esencial, para luego irse complicando la trama, dando paso a los más oscuros sentimientos, que irán cercando, de forma muy sutil y fatalista a los personajes, adentrándose, de este modo, en la crudeza de un invierno realmente aterrador..." ;En nombre del Amor", comentaba Javier Gutiérrez, "se cometen verdaderas atrocidades".
Pregunto a Manuel sobre la elección del reparto, la razón de elegir de nuevo a Javier, protagonista de su anterior filme, "El Autor", y también, por la localización de la película, la Sierra de Jaén, un elemento protagonista más en su historia, a lo que me responde que, el proyecto se remontaba a la época del estreno en San Sebastián de su anterior obra, donde ya conocía a Javier, que representa a ese hombre común, con el que uno se identifica, pero que, poco a poco va traspasando ciertas líneas, con una gran ambigüedad moral, que le lleva a cometer atrocidades, por lo que Javier, aportaba, ya de entrada, mucho a ese personaje...;
Luego vino Patricia, a la que llegó a través de las directoras de casting, donde la hicieron una serie de pruebas, que recordaba como una experiencia muy bonita...y finalmente Irene, que fue elegida tras un largo proceso de casting, entre Madrid y Jaén, y fue un poco, recuerda con una sonrisa, como un flechazo desde el momento que la vió. La llama "su actriz japonesa", por su punto de delicadeza y sutileza.
Ese fue el encuentro con los tres, por caminos diferentes...;
Y respecto a Jaén, siempre estuvo ahí, desde la concepción de la película.
Jaén es, en opinión del realizador, un lugar mítico. Recuerda que estuvo con ocho años, en la Sierra de Segura, de campamento, concretamente en Santiago de la Espada, y que no había vuelto, pero que es un lugar muy especial y bastante desconocido.
Así que se lo propuso a Producción y antes de reescribir el guión, se fue con su coguionista de viaje y así fue como acabaron por decantarse por esa peculiar y muy especial localización. Para él, el Espacio habla, la Geografía es un personaje al que coloca incluso en un primer puesto, y después la historia...;
En definitiva, una más que interesante propuesta, que nos adentra en la complejidad de las relaciones, en los rincones más oscuros de la psique del ser humano, y nos plantea, cómo todos, según qué situaciones, podemos convertirnos en lobos con piel de cordero.
Una vez más, Enhorabuena Manuel!!
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