viernes, 12 de octubre de 2018

LA SOMBRA DE LA LEY.


   Ya está en nuestras pantallas, la última película del Director Dani de la Torre:
"La Sombra de la Ley".

  En éste, su segundo largometraje,  De la Torre, nos trae una apasionante historia que se desarrolla en la Barcelona de los años 20, concretamente 1921, con una reconstrucción de la época sencillamente, espectacular. Un deleite visual, que nos traslada a rincones claramente reconocibles de la ciudad Condal (memorables los planos a vista de pájaro de la ciudad en toda su plenitud hasta perderse en el Mediterráneo....sus calles y plazas...hasta la Sagrada Familia y su sempiterna construcción...). 

  El detallismo en la construcción de sus escenarios y localizaciones, le lleva a realizar una auténtica filigrana en el caso del Cabaret El Edén, centro neurálgico de la trama, en el que confluyen, la mayor parte de sus personajes. Lugar, como declara su regente, impecablemente interpretado por el versátil Manolo Solo (garantía de credibilidad de todo personaje que encarna) en el que se dan cita desde políticos, policías,  periodistas y demás gángsteres de la época, y donde se tejen todo tipo de intrigas, conspiraciones, corruptelas y corrupciones, eso sí, con un glamour y exquiditez, que no pocas veces nos trasladan al Moulin Rouge de Baz Luhrmann, y en el que hay una estrella que brilla con luz propia: la cabaretera Lola Montaner, a la que da vida, una Adriana Torrebejano llena de autenticidad y talento.
   En todo este marco, se desarrolla una historia típica de gángsteres, llena de fuerza y ritmo, con unos giros de guión,  que no hacen sino reforzar la convicción de que estamos ante un thriller convulso y lleno de sorpresas, en el que, el espectador, es partícipe directo, gracias a los movimientos de cámara de su director, y a los intachables planos secuencia empleados  (y así, me viene a la cabeza, el número musical en el que el espectador gira alrededor de la cantante; la coreografía de las brutales peleas que nos muestra, o esa pelea a vida o muerte en el interior de un coche, en el que la cámara le hace sentir a uno, como un personaje más,  bordeando todas y cada una de sus ventanas, con la curiosidad morbosa de lo que sucede....).

   Igualmente asistimos a muchas subtramas sociales y emocionales (la corrupción generalizada en todas las ramas del Poder; Conspiraciones y golpes de estado orquestados desde dentro; La lucha de los sindicatos anarquistas y del movimiento feminista por la proclama de sus derechos; el amor paterno-filial y el amor abocado a romper barreras y prejuicios entre sus protagonistas....).
   Y a mayor abundamiento....sus actores, que consiguen, siendo una magna obra coral, destacar uno a uno y dejar huella, cada cual en su peculiar rol: Desde la contención de Luis Tosar, que da vida a Aníbal Uriarte, logrando siempre transmitir tanto con el mínimo artificio; La amarga rabia de una magnífica Michelle Jenner, y su enérgico papel de Sara, que dibuja el sentimiento más crudo, y lo externaliza en lágrimas que remueven las entrañas del público....; Hasta un Inmenso Paco Tous, que se come literalmente la pantalla, dignificando el noble arte de la interpretación...: El cambio de registro de Ernesto Alterio, que borda su personaje del "Tísico"; Y tantos otros (Vicente Romero, Jaime Lorente, Adriana Torrebejano y Manolo Solo, antes citados, y un largo etc...) que logran dibujar un fresco de aquella sociedad convulsa y en ebullición, poniendo cara y voz a sus protagonistas ( y con alguna grata sorpresa, como el papel que interpreta el cantante Fredi Leis, nuevo rostro en el cine español, al que deseamos lo mejor en su manera de transmitir, ya sea a través de la canción o de la actuación, pues el talento no conoce de medios, sino que se vale de los mismos).

   Y en mi mente, quedan ahora y para siempre, determinados planos y secuencias (el de las coristas "aladas"; el de Michelle en el interior del coche al borde de la playa; los mafiosos en sus pulcros trajes adueñándose de la calle; las carreras a través de los maizales tanto de coches como de la hija al encuentro del padre, y en este caso, con el tema principal que interpreta la maravillosa Ainhoa Arteta, y que me recuerda aquel tema de Deborah de Morricone, pero dotado de su propia personalidad, como hace el Director con su película...homenajear al género y hacer guiños a películas emblemáticas, como "Érase una vez en América" de Leone,  "El Padrino" de Coppola, a los "Intocables de Eliot Ness" de De Palma, pasando por los Coen de "Muerte entre las flores" o al mejor Scorsese....;
   Todo ello bajo el prisma y huella personal de un Dani de la Torre, del que ya podemos afirmar, sin ningún género de dudas, que es, "Uno de los Nuestros".

                                   



               

                                     



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