El pasado lunes 11 de Enero, tuvo lugar en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, la 21 edición de los Premios José María Forqué.
Acudí con la resaca de ver la madrugada anterior la entrega de los Globos de Oro, pensando en el paralelismo que van cobrando los Forqué con los premios americanos, en el sentido que ya se han configurado como la Gran antesala de nuestros Goya.
En su alfombra roja, desfilaron estrellas, famosos y habituales de estos eventos. Se echaron en falta dos de los grandes protagonistas del celuloide de este año, Ricardo Darín y Javier Cámara, los pilares de Truman, pero allí estaba Cesc Gay, para representarles además de acudir en su propio nombre.
Glamour hubo y mucho. No sólo en lo estético sino en lo ético ( me quedo, en este último punto, con la presencia de Dani Guzmán y su abuela Antonia, por lo que aportan en valores a nuestra particular esfera, a lo que esperar después del cine...de hecho, el film estaba nominado al Premio Educación en valores que se estrenaba este año como un galardón adicional al Palmarés de la Gala). El punto álgido, como era de esperar, por lo que de mitómano tiene, lo puso la llegada de Penélope Cruz que acudía nominada como mejor actriz por Ma ma, aunque se iría de vacío en esta ocasión...;
Cariñosos con la prensa estuvieron todos: Javier Gutiérrez, José Corbacho, que presentó junto con Macarena Gómez la velada, Natalia de Molina, ganadora del Forqué a la mejor actriz por Techo y comida, que ya apuntó maneras y así fue reconocida como actriz revelación en los Goya del año 2014 por Vivir es fácil con los ojos cerrados, y que con el premio recibido en esta edición, va a camino de ser una de las grandes de su generación....; Destacar también a Bárbara Lennie, Irene Escolar, Berta Vázquez, muy original en su forma de vestir, Manuela Vellés, Aitana Sánchez Gijón, Edurne, Soraya, Antonio Orozco...que entre otros, se encargaron de dar musicalidad a la Gala...y así un largo etc que fueron desfilando por la alfombra roja calentando los motores de los que sería a continuación la entrega de premios.
La Ceremonia transcurrió de forma muy amena, con mesura, sin extenderse de forma tediosa en el tiempo, que es lo que suele pasar en otros eventos parecidos. Destacar:
Su comienzo y su final... con el Homenaje a la desaparecida Lina Morgan y su " emocionada y agradecida", que teatralizó Edu Soto.
En su devenir, el humor de los presentadores antes citados, el gag continuado con Pablo Carbonell...; el juego con el número 21 de la edición, que sirvió para reivindicar en varias ocasiones un IVA cultural más justo...; El premio de Honor a Santiago Segura, por lo que ha aportado al cine español en general y al de la Producción en particular ( recordemos que estos premios homenajean la Producción en mayúsculas de nuestro cine, de ahí que lleven el nombre de José María Forqué) brillante, Santiago, en su discurso, especialmente en su alusión a las autoridades presentes y ausentes...; La emoción de Natalia de Molina al recoger su premio, y su denuncia social...; El reconocimiento al trabajo y esfuerzo que supuso crear Atrapa la Bandera...; La presencia en los galardones de El Club, El Corredor, Nacido en Gaza... Y la ovación que se llevó Ricardo Darín, ausente como dije, y Truman...;
En definitiva, una noche mágica en la que los Premios José María Forqué, volvieron a brillar con luz propia.
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