Para su 70 Edición, el Festival de Cine de San Sebastián, tenía reservado dos Premios Donostia, para dos de los "Grandes" de nuestro cine: David Cronenberg y Juliette Binoche.
En cuanto al primero, la entrega del Premio, de las manos de otro Director, Gaspar Noé, tuvo lugar en el Teatro Victoria Eugenia, tras la presentación de su director, José Luis Rebordinos, y previa conexión telemática con Viggo Mortensen ( actor que ya había trabajado con él con anterioridad - "Una Historia de Violencia","Promesas del Este", y"Un Método Peligroso" y que era el protagonista de la película que se proyectó a continuación "Crímenes del Futuro").
El realizador recogería el Galardón no sin antes destacar la importancia del arte como subversivo para comprender lo necesario para vivir en armonía en la sociedad actual, y terminó su agradecimiento con un "Viva el cine criminal" que arrancó una tremenda ovación de los allí presentes.
El segundo reconocimiento de la Edición, fue para Juliette Binoche. Una actriz versátil, que ha sabido meterse en la piel de infinidad de personajes dotándolos de su carisma y personalidad; que ha rodado con cineastas de lo más variado, que la han adentrado en los roles más intimistas del cine de autor, llegando, aunque en menor medida, al cine más comercial y hollywoodense. La primera vez que la vi en persona fue en Valladolid, con motivo de la concesión de la Espiga de Oro de la Seminci...Iba acompañada de la directora Isabel Coixet, con la que había rodado y presentaba, "Nadie quiere la noche".
En aquella ocasión, escribí...:
"...recuerdo que detrás de su dulzura, la he visto transformarse en seres atormentados y con un sufrimiento más allá de lo permisible. La veo en "Los amantes de Pont Neuf", en esa borrachera de baile a lo largo del puente mientras la música grandilocuente y los fuegos artificiales acompañan esa magistral secuencia...
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